Guillermo Lasso no deja la mesa servida a Daniel Noboa, la deja coja y deficitaria.

Guillermo Lasso no deja la mesa servida a Daniel Noboa, la deja coja y deficitaria. Su campaña ha estado llena de promesas que difícilmente podrá cumplir en tan poco tiempo y con tan poca estructura política detrás.

Noboa recibe un país en el que se ha disparado la violencia en los últimos 6 años. El presidente saliente, Guillermo Lasso, declaro la guerra al narcotrafico pero no cumplio con dotar a las fuerzas del orden de equipo y armamento. Si recordamos los casos de Colombia y Perú, nuestros vecinos, queda claro que frenar a los carteles de la droga, no es nada fácil, peor aún cuando se han infiltrado en el sistema, en la propia raíz del Estado.

Noboa enfrentará problemas económicos. “El país del encuentro», hereda un desastre en materia económica. A finales de año habrá un déficit fiscal de 5.000 millones de dólares. “¿Cómo va a pagar las nóminas y el decimos a los empleados públicos, sin hablar de las cuentas pendientes a proveedores.

Esto sin contar las acciones urgentes de mitigación que requiere el país frente al fenómeno del niño ad portas y el cumplimiento del mandato de la más reciente consulta popular de dejar el petróleo del bloque 47 bajo tierra, en el que en su plan de gobierno repleto de vaguedades y generalizaciones abstractas no menciona ni una sola palabra.

Los ecuatorianos estaremos a la espera de sus primeras acciones para ver si el presidente electo responde a los intereses de sus electores o los tradicionales grupos de poder, de los que sin duda forma parte. Luego de ver su reunión de transición, a la que acudió en compañía de Alberto Dahik, icono del neoliberalismo promulgado por las elites.

A la ciudadanía no le queda nada claro aún sobre cuál es el camino que tomará en lo económico una vez asumido su mandato, a pesar de haberse autodefinido como un hombre de centro-izquierda.

Amanecerá y veremos.

ASC @LaKolmenaEC