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El Zumbido Verde

Manifiesto por el Yasuní

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Fuente de la imagen: https://todosloscaminoshaciati.blogspot.com/2018/05/ecuador-la-deforestacion-de-la.html

Nosotras, las abejas de La Kolmena, nos manifestamos por la vida, por la vida digna, por el Buen Vivir, nos manifestamos por dejar bajo tierra el petróleo del Bloque 43, conocido como Yasuní-ITT. Por eso votaremos SI en la pregunta: “¿Está usted de acuerdo en que el gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43, indefinidamente en el subsuelo?”.

¿Por qué lo haremos? Lo haremos porque sabemos que escoger entre las personas, su vida digna, y la naturaleza, es un injusto, falso y mentiroso dilema. Sin la naturaleza es imposible una verdadera vida digna, pues la naturaleza nos sostiene y mantiene a la humanidad. Sin la naturaleza, los seres humanos simplemente no podemos sobrevivir ni existir. Lo haremos entonces por la vida humana (expresada en la supervivencia de las actuales y, sobre todo, de las futuras generaciones) y la no humana, por la que conocemos y la que no conocemos. Por esa indescriptible explosión de biodiversidad que es el Yasuní. Esa biodiversidad que contiene millones de años de evolución, de lucha, de cooperación, de cambio y de maduración. La vida siempre por sobre el capital.

Lo haremos también por quienes no tienen voz, por quienes han decidido vivir libres, en aislamiento voluntario: los pueblos indígenas Tagaeri y Taromenane. Todo el proceso previo a la explotación del ITT, y ahora la misma explotación, ha afectado y afecta a su vida. Pone en riesgo su existencia misma. Ni un solo centavo puede, ni debe, estar por sobre ninguna vida, y mucho menos por sobre la vida de quienes han sido silenciad@s por el poder del gran capital.

Lo haremos porque creemos que es hora de que el Ecuador dé, de una vez por todas, el salto hacia la construcción de una economía post-petrolera, una economía post-extractivista, en la que haya justicia social y una vida digna para cada ecuatorian@, pero también en la que los derechos de la naturaleza estén plenamente garantizados.

Creemos que la verdadera democracia, esa del poder en el pueblo, necesita de información completa, transparente, real y verdadera. Las medias verdades decoradas sólo destruyen la democracia. Se ha dicho que dejar el petróleo del Yasuní-ITT bajo tierra es condenarnos a no tener educación y salud, lo cual es una falacia. Se nos ha planteado todo como si hubiera que escoger entre la vida digna de cada ecuatoriana y ecuatoriano, versus la vida de la naturaleza y de los pueblos Tagaeri y Taromenane. Rechazamos esta falsa disyuntiva. Nosotras escogemos las dos caras de la moneda: la vida digna de cada ecuatoriana y ecuatoriano, y también la vida de la naturaleza y de los pueblos Tagaeri y Taromenane.

Fuente de la foto: https://live.staticflickr.com/373/31715002820_0469839a4e_b.jpg

Por otro lado, hemos podido revisar a profundidad la información oficial entregada a la Corte Constitucional. Los ingresos están sobrestimados, los costos están subestimados, y no se incluye a los costos de la remediación y restauración de los pasivos ambientales. Además, aceptando esos números, si se extrajera el petróleo para obtener 1.200 millones de dólares al año, en 7 años se acabaría el petróleo del Yasuní-ITT. Hablar de 1.200 millones de dólares al año es confundir a la gente.

Las cifras oficiales se sostienen en suposiciones muy dudosas, y se usan para pedirnos que votemos que NO en la consulta. Nosotras, desde La Kolmena, exigimos transparencia, pues sin transparencia, no hay democracia. Las organizaciones que se dedican a proteger a los pueblos en aislamiento voluntario dicen que la explotación del Yasuní-ITT es una amenaza muy seria para los Tagaeri y Taromenane. Quienes se han dedicado toda su vida a estudiar la biodiversidad y a trabajar en su conservación, dicen que la explotación del Yasuní-ITT la pone bajo un peligro muy grande. Solamente quienes están en el negocio petrolero dicen que no pasa nada, que todo está controlado. Esto genera muchas suspicacias.

Pero nosotras no nos quedamos ahí. Para construir una economía post-extractivista se debe reemplazar los ingresos del extractivismo: petróleo, minería y madera. Comencemos por cómo reemplazar lo que supuestamente produciría el Yasuní-ITT. Seguir explotando el petróleo es condenarnos al subdesarrollo. Llevamos más de 50 años de explotación petrolera y no hemos salido del subdesarrollo, solamente nos hemos vuelto más extractivistas. No se puede salir del extractivismo con más extractivismo. No expandamos más la las fronteras petrolera y minera. El tiempo del extractivismo se debe acabar ya.

La inversión en infraestructura y, sobre todo, en conocimiento y talento humano nos permite dar el salto hacia un nuevo modelo de producción, distribución y consumo. El Ecuador tiene las condiciones, la voluntad y la decisión para transitar hacia una economía post-extractivista, y con la justicia social y ambiental como fundamento y guía, construir una bioeconomía, una economía circular, una biorrefinería, una industrialización verde, una sociedad de la innovación y el conocimiento.

El cambio productivo requiere justicia social. Cada ecuatorian@ tiene derecho a una vida digna, y el estado tiene que garantizarla. Por eso, quienes más tienen, deben pagar sus impuestos. Mientras el 10% de la población del Ecuador que más tiene (sobre todo, el 2% más rico) evada y eluda sus impuestos, no podremos dejar el extractivismo. Solamente, eliminando la evasión y elusión de impuesto, el estado podría tener unos 6.000 millones de dólares más al año. Sin subir un solo impuesto. Eso es 5 veces más que los 1.200 millones que nos dicen que producirá el Yasuní-ITT. Con la diferencia que esos ingresos si se pueden usar en educación, salud y seguridad.  Son indispensables impuestos a las grandes fortunas, a quienes tienen 1 millón de dólares o más, a las ganancias extraordinarias, a las operadoras de celulares. Se debe además gravar a las ganancias extraordinarias de la Banca (sí, la misma que ha lucrado de la pandemia), de las telefónicas, de los sectores monopólicos y oligopólicos del país. Alternativas existen, sólo se requiere de voluntad política.  

Salvar el Yasuní y sacar al Ecuador de la crisis requiere solidaridad y decisiones claras. Ya es hora de que quienes han ganado con la crisis hagan lo que deben hacer, y se dejen de dar sermones y clases de moral.

Votemos que SI por los Tagaeri y Taromenane, por la vida humana y no humana y por la economía del conocimiento y la innovación ¡El momento es ahora….!

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