El privilegio de los seres de luz.

Constantemente leo que la gente tiene dificultades para entender el término «desde el privilegio».

Estar en contra del privilegio, no se trata de condenar la producción de riqueza, sino su acumulación ilimitada, porque es físicamente imposible una acumulación de recursos ilimitada en un planeta de recursos limitados y sobre todo nos referimos a la falta de empatía ante las necesidades urgentes de la mayoría.

Cuando alguien llega a ser presidente y no ha sufrido nunca un corte de luz (porque tiene generador, por que no vive acá o no le cortan en su sector), quedarse sin energía eléctrica no será una preocupación para esa persona, que nunca tuvo que modificar sus actividades, prever, re agendar o decir simplemente no puedo hacer algo porque no hay energía.

Al no ser una preocupación, no forma parte de su plan (ni siquiera de su plan de negocios), no sabe que los «emprendimientos» pierden, que la gente común pierde, tiempo, horas productivas, víveres, electrodomésticos.

En 6 años no se realizaron los mantenimientos necesarios al parque generador hidroeléctrico ó termoeléctrico, para garantizar un flujo permanente de energía eléctrica en todo el territorio nacional. Darle mantenimiento a las centrales, generadores y redes de distribución le hubiera costado al país solo 70 a 80 millones en el mismo periodo.

En vez de hacerlo se gastó dinero en campañas mediáticas y de relaciones públicas posicionando que habían grietas o fallas en las centrales, haciendo ferias como el Ecuador Open for Business donde el presidente en su discurso hablaba alegremente de atraer USD 30.000 millones en inversiones, muchas de ellas en materia energética, hoy volvieron los apagones y tristemente el Ecuador ha llegado a los niveles más bajos de inversión en este siglo.

Todo esto para justificar la contratación de las famosas barcazas a $150 millones por año, justificados en la emergencia que ellos mismos crearon, como parte de un plan para privatizar o contratar con sus amigos de siempre.

Hoy tenemos a los medios justificando la medida y repitiendo que es el fin del modelo estatal, hablando del monopolio energético del gobierno y obviando a propósito todo lo alcanzado en materia energética durante el gobierno de Correa, donde paradójicamente sólo se hablaba de un régimen dictatorial e hiper presidencialista, que había vendido el país a los chinos.

Después de revisar los gráficos de importación vrs exportación de energía desde 2008 – 2023, nos damos cuenta de que es muy fácil decir que esta mal pero es muy difícil hacer lo necesario y urgente para todos, en especial cuando nunca fue parte del plan.

Los seres de luz cobran hoy un nuevo significante, el de ser privilegiados, esto enmarcado en la mayor crisis energética real desde la hora Sixtina de 1992, hace más de 30 años. l

Suerte encontrando el horario de los apagones en su sector, en un gobierno donde ni la comunicación institucional funciona.

Que el último en salir cierre la puerta, porque «la luz» ya la apagaron.

ASC